Artefactos: Los Guantes Emplumados del Voivoda Negro

Esa figura que ves recortada en las almenas, hijo mío, es el Voivoda Negro. El Infame, el Carroñero, el Ave Oscura. Cada atardecer sube los 99 escalones de su torre y espía el horizonte, porque incluso un hombre que no teme a nada, como él, tiene una esquirla de incertidumbre clavada en su imponente armadura. El Voivoda espera el día en que una vela con el escudo de su patria surja del mar y eche el ancla frente a nuestro puerto, trayendo a Midnord una justicia de la que pensó poder escapar.

Porque hace tiempo, cuando era joven, tan joven como tú, hijo mío, los dedos afilados de sus guanteletes se mancharon de una sangre que no se puede limpiar, perforaron un pecho blanco y puro, y arrancaron un corazón que de otra forma nunca habría poseído. Un corazón que según se dice todavía guarda en el sótano más profundo, y cuyos latidos no dejan de atormentarle noche tras noche...

Las madres de Midnord cuentan a sus hijos que si no se portan bien y tardan en irse a dormir, el Voivoda Negro entrará por la ventana de su habitación transformado en cuervo y los arrancará de la cama con sus afiladas garras. Al amanecer sólo quedarán sábanas revueltas y plumas negras, y el recuerdo del niño desaparecerá de la mente de todos, para nunca más volver. Parece una historia cualquiera, entre siniestra e inocente, para asustar a los más pequeños... pero como todas las leyendas, sin saberlo, contiene una parte de verdad.

El Voivoda ha regido el destino de la ciudad de Midnord desde hace décadas, y una de sus herramientas para lograrlo, sobre todo en los primeros tiempos, fueron los Guantes Emplumados. A simple vista parecen dos guanteletes de armadura de aspecto corriente -eso sí, de impecable factura - que protegen hasta el antebrazo a su portador y están recubiertos de plumas negras. Son ligeros y su base parece haber sido moldeada en cuero hervido, también tintado de negro y repujado. Cualquiera que los inspeccione más de cerca descubrirá que a pesar de sus brillos acerados, las plumas que lo adornan son reales, aunque de un ave imposible de identificar. Su forma y su dureza despistarán a cualquier experto en cetrería, que puede que las relacione con las de un ave rapaz de gran tamaño.

En la época en la que el Voivoda Negro y sus guerreros llegaron del Este, las escaramuzas entre mercenarios contratados por los diferentes barrios se sucedían en Midnord. Fue entonces cuando este implacable líder de nariz aguileña se forjó su reputación de luchador ávido de sangre, capaz de despedazar él solo a una compañía entera y detenerse a almorzar sobre la pila de cadáveres. Los rumores sobre su pasado hablan de horribles crímenes que le convirtieron en un proscrito, aunque nadie sabe con certeza qué le impulsó a embarcar y perderse en esta esquina del mundo. Quizá, como cuentan los más ancianos, arrancó el corazón de la prometida de un príncipe al saberse despechado, y huyendo con la sangre todavía caliente en sus Guantes Emplumados, se hizo a la mar.

Los poderes de los Guantes Emplumados son los siguientes:
  • Fuerza de Ogro: El portador de los guanteletes está imbuido de una tremenda fuerza y resistencia, que no sólo le permiten alzar enormes pesos y golpear de forma demoledora a sus enemigos, sino también resistir heridas que incapacitarían a un ser humano normal.
  • RompeAlmas: Los guanteletes terminan en dedos afilados, que pueden ser utilizados como arma perforante para lanzar un potente golpe, normalmente dirigido al corazón de sus víctimas. Si el ataque tiene éxito infligirá una herida que resultará mortal en pocos días si no se trata con medios mágicos.
  • Vista de Cuervo: El portador puede “ver” a través de los ojos de cualquier cuervo en un kilómetro a la redonda, aunque no oír ni controlar a los animales de ninguna forma.
  • Desbandada: En momentos de peligro el portador puede transformarse en una bandada de cuervos, que huirán en todas direcciones, para reunirse de nuevo a varios kilómetros de distancia. Este poder no puede usarse para viajar, ya que el usuario tiene un control limitado sobre la distancia y la dirección recorrida.
  • Terror Alado: El portador puede transformarse en un ave de presa monstruosa, a medio camino entre un cuervo y un roc, de plumas negras y largo pico, capaz de alzar a un hombre en el aire y atravesar su armadura con sus garras con espolones.

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Comentarios

  1. Pues me ha gustado mucho los guantes emplumados del voivoda negro, de hecho voy a utilizar esa historia para la proxima sesion de d&d....me has venido como inspiracion divina macho...

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