¡Pictos!


Cuando hablamos de los pictos nos viene a la memoria un pueblo de hombres salvajes, de pelo rojizo encrespado, trenzas, barbas y bigotes, normalmente cubiertos de tatuajes o pintura de guerra azul. Su propio nombre tradicionalmente se dice que viene de "los pintados", aunque este dato es difícil de contrastar. El cine y la literatura se han encargado de perpetuar su imagen de guerreros indómitos que se enfrentaban a los romanos al otro lado del Muro de Adriano, atacándoles de forma fiera y brutal. La realidad probablemente era muy distinta.

Pictos, por Angus McBride
Según los historiadores los pictos habitaban una amplia zona de la actual Escocia dedicados a la agricultura y el pastoreo -la cantidad de cabezas de ganado era un símbolo de estatus- y se agrupaban en tribus bajo el mandato de diferentes reyes. En un momento dado de la edad antigua se unieron en una confederación, probablemente como reacción a la amenaza de Roma a su territorio. Tenían particularidades culturales, en idioma e iconografía, que los diferenciaban de otras tribus celtas, aunque seguramente era más lo que les unía que lo que les separaba, tanto en los aspectos artísticos, religiosos o sociales. Su conocida organización matriarcal, por ejemplo, sigue poniéndose en duda por algunos estudiosos.

Los romanos les temían por su belicosidad y en las crónicas de sus primeros encuentros en el siglo I describen cómo los pictos se lanzaban a la lucha prácticamente desnudos, mostrando los tatuajes que les han hecho tan conocidos. Esta desprotección era voluntaria: eran hábiles herreros y fabricaban cascos y armaduras pero preferían demostrar su valor saliendo a pecho descubierto e invocando la protección de los dioses. Los intrincados diseños que cubrían su piel era una parte más de este ritual y sin duda causaban un efecto psicológico en aquellos que les observaban. Iban armados con espadas anchas y escudos ovales, aunque también se han encontrado hachas, arcos y jabalinas que completarían su arsenal. En contra del tópico, no cargaban de forma desordenada contra el enemigo sino que contaban con caballería y se dividían en formaciones capaces de atacar de manera coordinada y efectiva.

Si resultaban victoriosos, los pictos saqueaban, esclavizaban a los supervivientes y decapitaban a los prisioneros de mayor rango para llevarse sus cabezas como trofeo, un detalle que fue ampliamente representado en los grabados del siglo XVI sobre este pueblo. La acumulación de riqueza fue una de sus principales motivaciones y la gran cantidad de plata y piezas de joyería (en especial cadenas y torques) hallada en sus asentamientos atestigua el éxito de sus incursiones.

Tras cientos de años de hegemonía, la llegada de los vikingos en el siglo IX provocó un cambio en el norte de las islas. Los pictos sufrieron varias derrotas y reveses que les dejaron sólo dos alternativas, desaparecer o ser asimilados, pasando a formar parte de los pueblos escoceses. Al llegar el siglo X se les deja de mencionar en las crónicas y pronto acabarían como material de leyendas. Quizá el rastro más significativo de su paso sean los monolitos que erigían, tallados con todo tipo de signos, algunos indescifrables todavía hoy.

Símbolos pictos

Teniendo en cuenta lo anterior, se podría decir que el picto "mítico" que todos tenemos en mente, el que nos muestran los cómics, las novelas y las películas, es en el fondo una variante más del "héroe salvaje enfrentado al invasor" y en eso reside su atractivo. Es inevitable sentir simpatía por un guerrero que carga sin protección contra la imparable maquinaria de guerra romana y la hace retroceder. El picto como símbolo encarna a la naturaleza, la rabia, el instinto, la fuerza en estado puro. Por si fuera poco está adornado con símbolos, imbuido por poderes místicos y se alza contra el soldado profesional y deshumanizado, la muralla de escudos sin rostro del imperio. Su leyenda continuará viva porque en nuestro fuero interno algo nos impulsa a ponernos del lado de aquel que asalta con coraje los muros de la civilización.


Representación de los pictos, s. XVI
Guerrero picto con armas y protecciones

Armamento picto

Comentarios

  1. En cuanto me descuido un par de semanas y no leo tu weblog, cuelas una de las entradas más interesantes. ¿Es un castigo por no estar más atento? :-)

    No sabía que los pictos fueran un pueblo celta, o al menos emparentado. Por alguna razón (influencia de las novelas de Conan, seguramente) pensaba que eran un pueblo más antiguo, autóctono de las islas británicas, que había sido desplazado por los anglos, sajones y vikingos/normandos. De hecho, cuando vi "El guerrero nº 13", los "wendols" me parecían la representación perfecta de lo que yo entendía como pictos :-)

    Muy interesante el artículo. Y las imágenes, que no sé de dónde has sacado pero están muy bien.

    ResponderEliminar
  2. Me alegro de que te haya gustado la entrada. Creo que esa imagen salvaje de los pictos es la que ha forjado su leyenda, aparece uno caracterizado así incluso en la primera película de Conan.

    El mérito de las imágenes es de Angus McBride y el libro de Osprey sobre el guerrero picto, muy recomendable.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, Angus Mc Bride, William O'Connor (que tampoco es manco), esos grabados como de 1600 tan curiosos, en fin, que se ha buscado ud. unas buenas ilustraciones.

    Buen post pero sabe a poco...

    ResponderEliminar
  4. Humm, Yo a la que veo la palabra "Picto" me viene a la memoria la saga de comarc el picto, el personage que llevava el hilo conductor (personaje de ejemplo) de la primera edicion de runequest. No tiene mucho que ver con el tema, pero la nostalgia tira.

    ResponderEliminar
  5. Creo que empatizamos con el desarmado contra el poderoso ejercito profesional e impersonal, por que nos avergonzamos de ser los que estamos al otro lado disfrutando de las conquistas de ese ejercito impersonal, y porque en el fondo tenemos la certeza de que no podrá atravesar ese muro y molestarnos.

    "Hannibal ad portas"

    ResponderEliminar
  6. Tienes tu parte de razón, Roberto.

    Parece que lo más probable es que los pictos fueran una tribu anterior a la llegada de los celtas, pero que fueron en gran medida "celtizados" hasta adoptar muchos rasgos claramente celtas, sin abandonar algunos otros autóctonos.

    Parece ser, nuevamente, que fue parecido lo que sucedió en el norte de nuestra Península :)

    ¡gran artículo, Keats, por cierto!

    ResponderEliminar
  7. @Roberto si puedes leerte el libro en el que está basado la película que mencionas te dará una explicación genial.
    En cuanto a eso de que pelearan desnudos...según mi conocimiento todo aquel que tiene armas, las utiliza y eso incluye las de defensa, seguramente alguna vez se lanzaron al combate sin protecciones, pero sería por alguna causa como que los pillaron por sorpresa o que ya no sabían que hacer y volvieron a la esencia pura de antaño.
    Seguramente no cargaban a lo loco contra los ejércitos invasores ya que en 2 días habrían acabado con todos, seguramente la guerra de guerrillas que vemos en algunas películas era lo más lógico y practicado y por eso quizá se les pinta sin armadura, ya que ses tipo de guerra es mejor sin armaduras que entorpezcan los movimientos, como hacían los íberos, como hicieron los cristianos contra los musulmanes en covadonga, los indios americanos, etc.
    Me ha gustado mucho lo del armamento y lo de las espadas ya que siempre se pinta a los pueblos bárbaros con hachas y esa era un arma que se utilizaba más bien poco para el combate por su poca versatilidad, es mejor una maza o una espada que un hacha que suele quedarse enganchada, como le pasa a las lanzas.
    Gran artículo , si señor!!

    ResponderEliminar
  8. Interesante artículo, yo los pictos los tengo muy presentes por ser una fijación de Howard (aunque como bien han comentado por ahí tenía una idea un poco rara de ellos) y por sus apariciones en Pendragón (donde Stafford hace una aproximación muy curiosa a su religión "prepagana" distinta que el politísmo británico) Respecto a lo de luchar desnudo las fuentes romanas lo cuentan claramente, tanto referidos a los pictos como en ocasiones a los galos o los cimbrios, también en las batallas campales (por ejemplo la batalla de Telamón en el 225 a.c.) no hay que olvidar la importancia del arma psicológica, como es la magia, en la guerra: por un lado el aumento de moral de creerse protegido por los dioses y en otro el miedo generado en un enemigo no menos supersticioso (aunque cierto es que en Telamón les destrozaron :))
    Muy buena la entrada.

    ResponderEliminar
  9. Gracias a todos por vuestros comentarios y aportaciones.

    Parece probado que varios pueblos celtas, no sólo los pictos, combatieron desnudos como muestra de valor y llevaron el cuerpo tatuado. Sin embargo fueron ellos los que se llevaron la fama de salvajes pintados y cazadores de cabezas, quizá porque eran los que más aislados estaban geográficamente y de los que han quedado menos crónicas escritas.

    Sin embargo como bien dice Tiberio, conservaron rasgos autóctonos, artísticos, culturales o de idioma, que les diferenciaban del resto y quizá apuntan su origen como tribu pre-céltica. Así que podemos pensar que algo hay de cierto en su leyenda.

    Un saludo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario