Espadas y escudos (I)

En los juegos de rol medievales, el combate cuerpo a cuerpo suele tener una gran importancia, pero aunque se reservan páginas y páginas a tablas de armas y armaduras, pocas veces se plantea como algo más que un simple intercambio de golpes.

Las reglas más sencillas, por ejemplo las del Dragones y Mazmorras Avanzado (el clásico AD&D de principios de los 90) no tenían en cuenta demasiadas cosas. Simplemente se trataba de declarar que atacabas, lanzar el dado para averiguar quién actuaba primero, y de ahí en adelante todo era mecánico: espadazo va, espadazo viene. No era un juego realista y por tanto no tenía mucho sentido tener en cuenta las fintas, paradas, amagos y esquivas de un duelo de verdad. En otros sistemas, por ejemplo Runequest, ya se contemplaba la posibilidad de usar escudo y bloquear con él, su resistencia, etc.

Hay quien puede argumentar que un juego es un juego y no se está obligado ser fiel a lo que ocurre en el mundo real para divertirse. Al contrario, a veces la saturación que provoca el detalle mata toda posibilidad de entretenimiento. Pero unas normas básicas de combate, inspiradas en la verdadera esgrima, pueden transformar los aburridos episodios de "golpea y mata" en algo más.

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